“debemos remodelar nuestro sistema para que su resultado sea la libertad.”


"Por encima de todo, esperamos que cada uno de nosotros encontremos el modo de utilizar el poder de la ciencia en causas más justas. No es válido continuar por más tiempo asegurando que esto constituye una meta ideal, pero no es factible porque el pueblo no comprende la ciencia; como tampoco nos atreveríamos a asegurar que no podemos navegar en una barca porque no entendemos de vientos, del mar o de las mareas."

Stafford Beer.
Diseñando la Libertad. 1977


viernes, 23 de enero de 2009

Stafford Beer "debemos remodelar nuestro sistema, para que el resultado sea la Libertad"

Fragmento obtenido del Libro “Diseñando la Libertad” de Stafford Beer, director científico del proyecto de TRANSICION HACIA EL SOCIALISMO de Salvador Allende.

Designing Freedom. Stafford Beer

“debemos remodelar nuestro sistema para que su resultado sea la libertad.”

“Durante los dos años que duró mi trabajo en Chile presencié varios intentos para derrocar al Gobierno. Uno muy grave ocurrió en octubre de 1972. A este acontecimiento, que produjo grandes tensiones y muchas dificultades, el pueblo de Chile respondió en el mes de marzo siguiente yendo a una votación que incrementó los votos a Allende en un sorprendente siete por ciento. Sin embargo, su partido era minoritario en el Gobierno, circunstancia que le ataba de pies y manos, aunque en aquel momento parecía que iba a poder superarlo. Entre tanto llegó la hora de parar el gran experimento económico.

En mi opinión, el mundo opulento no podía permitir que un país pobre utilizara su libertad para planificar su liberación. Ese mundo opulento le cortó los suministros vitales – excepto el armamento, que más adelante reduciría el palacio de La Moneda a un montón de escombros humeantes -. El mundo opulento le privó de créditos que le eran imprescindibles, por lo cual disminuyeron considerablemente las divisas – excepto la circulación ilegal de las mismas -, contribuyendo a la paralización del sistema de distribución, que más tarde justificaría el golpe de estado.

No digamos, como se oye algunas veces, que Allende llevó a su país al caos, y que destruyó la economía. Un conjunto de fuerzas mundiales actuando contra Chile redujo su economía al caos y también le destruyo a él. Allende se había dado cuenta de que su país iba perdiendo libertad, atenazado por la garra opresora de esas fuerzas externas, y así lo expuesto ante las naciones Unidas. El mundo libre, como le gusta denominarse a sí mismo, oyó lo que decía y esperó impasible hasta que las palabras proféticas de Allende se hubieron cumplido “De la Moneda no me sacarán como no sea en mi pijama de madera.” Cuando llegó ese momento el mundo libre optó por el mutismo y pronto se dispuso a reconocer a la junta militar.

Así fue como se perdió la libertad, no de forma casual, sino como resultado de un sistema creado para reprimirla. Mi mensaje es que debemos remodelar nuestro sistema para que su resultado sea la libertad. Si no emprendemos esta tarea con ahínco por creer que la eficiencia científica puede amenazar nuestra libertad, la maquinaría de la institución que actúa en nuestro nombre no será capaz de impedir que se extienda la tiranía, la guerra, la tortura y la opresión. Se habla mucho del incremento de la prosperidad; sin embargo, la expansión de esas cuatro plagas que acabo de nombrar por todo el mundo es hoy día mucho más real que en otros tiempos.

Pongamos en práctica el amor, la piedad y también la alegría. Utilicemos el saber. estas cualidades que se encuentran en nosotros, aunque soterradas, dejémoslas circular por los miembros anquilosados de nuestra sociedad dinosaúrica. Para ello debemos emplear ese ordenado conocimiento que es la ciencia. También esta forma parte de nuestra herencia y, si ha sido arrebatada por el poder, recuperémosla de nuevo. Esperemos el cumplimiento de estos programas de los estadistas y políticos que nos representan para beneficio de todos o , de lo contrario, exijamos una nueva clase política. Esperemos de los educadores la renovación de las instituciones educativas, con objeto de que no sigamos adiestrando monos locos, o, por el contrario, comencemos a crear nuevas escuelas y universidades.

Por encima de todo, esperamos que cada uno de nosotros encontremos el modo de utilizar el poder de la ciencia en causas más justas. No es válido continuar por más tiempo asegurando que esto constituye una meta ideal, pero no es factible porque el pueblo no comprende la ciencia; como tampoco nos atreveríamos a asegurar que no podemos navegar en una barca porque no entendemos de vientos, del mar o de las mareas.

El hombre siempre ha surcado esas aguas impenetrables. Nosotros podemos hacerlo ahora.”